El PSV se llevó los tres puntos en Deventer el viernes por la noche, pero no fue nada fácil. El entrenador Peter Bosz está contento de que su equipo ganara el partido, pero ve que las cosas podrían haber salido de otra manera.
"El Go Ahead Eagles es un rival fuerte. Si no haces el segundo, sabes que van a creer en él. El público se vuelca y luego viene el ímpetu ofensivo. Creo que es una victoria merecida, pero podría haber terminado de otra manera. Tuvieron algunas ocasiones más al final, ahí estuvieron un rato", dijo el técnico, que consideró injustificada la segunda tarjeta amarilla a Obispo. "No puedes dar una segunda tarjeta amarilla por eso. Realmente no era roja".
Patrón de expectativas
Bosz ha visto surgir un patrón de expectativas en la última semana, con el que no está del todo de acuerdo. "A estas alturas la gente espera que ganemos aquí, pero no es tan fácil. Creo que es muy especial que aún no hayamos perdido. Eso ya la convierte en una temporada especial". Mientras tanto, espera con impaciencia la vuelta en la Liga de Campeones de la UEFA. "Noches así son siempre maravillosas. Jugamos en un gran estadio con un ambiente maravilloso, aunque espero que podamos estropearlo", bromea el técnico.
Sergiño Dest cuenta como el goleador de la noche, vio cómo el partido se complicaba hacia el final. "Eso se debió a que no conseguimos marcar un segundo gol. Este tipo de partidos forma parte de ellos, no se pueden ganar todos fácilmente". Recibiendo elogios por sus acciones al principio del partido, el lateral comentó: "Quería poner a prueba a mi rival desde el principio. Si tus primeras acciones tienen éxito, después corren hacia atrás".